Fondare 469 Risultati per: santo sábado

  • Seis días se trabajará; pero el día séptimo será día de descanso completo, consagrado a Yahveh. Todo aquel que trabaje en sábado, morirá. (Exodo 31, 15)

  • Los israelitas guardarán el sábado celebrándolo de generación en generación como alianza perpetua. (Exodo 31, 16)

  • En ninguna de vuestras moradas encenderéis fuego en día de sábado.» (Exodo 35, 3)

  • Aarón y sus hijos comerán lo que quede de ella; debe comerse sin levadura, en lugar santo. Han de comerlo en el atrio de la Tienda del Encuentro. (Levítico 6, 9)

  • La comerá el sacerdote que ofrece la víctima por el pecado. Será comida en lugar santo, en el atrio de la Tienda del Encuentro. (Levítico 6, 19)

  • Todo cuanto toque esta carne quedará consagrado y, si su sangre salpica los vestidos, lavarás en lugar santo la parte salpicada. (Levítico 6, 20)

  • Porque yo soy Yahveh, vuestro Dios; santificaos y sed santos, pues yo soy santo. No os haréis impuros con ninguno de esos bichos que se arrastran por el suelo. (Levítico 11, 44)

  • Pues yo soy Yahveh, el que os he subido de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Sed, pues, santos porque yo soy santo. (Levítico 11, 45)

  • Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sed santos, porque yo, Yahveh, vuestro Dios, soy santo. (Levítico 19, 2)

  • Yo mismo volveré mi rostro contra ese hombre y los exterminaré de en medio de su pueblo, por haber entregado un hijo suyo a Mólek, haciendo impuro mi santuario y profanando mi nombre santo. (Levítico 20, 3)

  • Sed, pues, santos para mí, porque yo, Yahveh, soy santo, y os he separado de entre los pueblos, para que seáis míos. (Levítico 20, 26)

  • Le tendrás por santo, porque él es quien presenta el alimento de tu Dios; por tanto será santo para ti, pues santo soy yo, Yahveh, el que os santifico. (Levítico 21, 8)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina