Fondare 272 Risultati per: orden divina

  • Por orden de su jefe, salieron inmediatamente de allí y trabaron lucha con ellos junto al pueblo de Dessáu. (II Macabeos 14, 16)

  • Pero, como no era posible oponerse al rey, aguardaba la oportunidad de ejecutar la orden con alguna estratagema. (II Macabeos 14, 29)

  • Cuando las tropas estaban a punto de apoderarse de la torre, forzando la puerta del patio y con orden de prender fuego e incendiar las puertas, Razías, acosado por todas partes, se echó sobre la espada. (II Macabeos 14, 41)

  • Todos aguardaban la decisión inmimente. Los enemigos se habían concentrado y el ejército se había alineado en orden de batalla. Los elefantes se habían situado en lugar apropiado y la caballería estaba dispuesta en las alas. (II Macabeos 15, 20)

  • las langostas, que sin tener rey, salen todas en orden; (Proverbios 30, 27)

  • Los santos hijos de los buenos ofrecieron sacrificios en secreto y establecieron unánimes esta ley divina: que los santos correrían en común las mismas aventuras y riesgos; y, previamente, cantaron ya los himnos de los Padres. (Sabiduría 18, 9)

  • Entonces me dio orden el creador del universo, el que me creó dio reposo a mi tienda, y me dijo: "Pon tu tienda en Jacob, entra en la heredad de Israel." (Eclesiástico 24, 8)

  • Sol que sale por las alturas del Señor es la belleza de la mujer buena en una casa en orden. (Eclesiástico 26, 16)

  • A su orden el agua se detiene en una masa, a la palabra de su boca se forman los depósitos de las aguas. (Eclesiástico 39, 17)

  • A una orden suya se hace todo lo que desea, y no hay quien pueda estorbar su salvación. (Eclesiástico 39, 18)

  • Todos hallan contento en hacer su mandato, en la tierra están prontos para su menester, y llegada la ocasión no traspasarán su orden. (Eclesiástico 39, 31)

  • Las grandezas de su sabiduría las puso en orden, porque él es antes de la eternidad y por la eternidad; nada le ha sido añadido ni quitado, y de ningún consejero necesita. (Eclesiástico 42, 21)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina