Fondare 272 Risultati per: orden divina

  • abrió su tesoro y dio a las tropas la soldada de un año con la orden de que estuviesen preparadas a todo evento. (I Macabeos 3, 28)

  • puso a su disposición la mitad de sus tropas y los elefantes, y le dio orden de ejecutar cuanto había resuelto. En lo que tocaba a los habitantes de Judea y Jerusalén, (I Macabeos 3, 34)

  • Judas dio orden a sus hombres de combatir a los de la Ciudadela hasta terminar la purificación del Lugar Santo. (I Macabeos 4, 41)

  • dándoles esta orden: «Estad al frente del pueblo y no entréis en batalla con los gentiles hasta que nosotros regresemos.» (I Macabeos 5, 19)

  • Cuando Judas llegó al borde del torrente de agua, situó a los escribas del pueblo a la orilla y les dio esta orden: «No dejéis acampar a nadie; que todos vayan al combate.» (I Macabeos 5, 42)

  • Y dieron orden a la tropa que estaba bajo su mando de ir sobre Yamnia. (I Macabeos 5, 58)

  • Una parte del ejército real se desplegó por las alturas de los montes, mientras algunos lo hicieron por el llano; y avanzaban con seguridad y buen orden. (I Macabeos 6, 40)

  • Se han creado un Consejo, donde cada día 320 consejeros deliberan constantemente en favor del pueblo para mantenerlo en buen orden. (I Macabeos 8, 15)

  • antes bien, dio orden de que le quitaran a Jonatán sus vestidos y le vistieran de púrpura. Cumplida la orden, (I Macabeos 10, 62)

  • Salió, pues, para Siria en son de paz y la gente de las ciudades le abría las puertas y salía a su encuentro, ya que tenían orden del rey Alejandro de salir a recibirle por ser suegro suyo. (I Macabeos 11, 2)

  • y les hemos dado orden de pasar también donde vosotros para saludaros y entregaros nuestra carta sobre la renovación de nuestra fraternidad. (I Macabeos 12, 17)

  • Nosotros por nuestra parte os escribimos: Vuestro ganado y vuestros bienes son nuestros, y los nuestros vuestros son. Damos orden de que se os envíe un mensaje en tal sentido.» (I Macabeos 12, 23)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina