Fondare 237 Risultati per: libro abierto

  • Buscad el libro de Yahveh y leed; no faltará ninguno de ellos, ninguno de ellos echará en falta a otro. Pues su misma boca lo ha ordenado y su mismo espíritu los junta. (Isaías 34, 16)

  • Ni las oíste ni las hiciste ni de antemano te fue abierto el oído, pues sé muy bien que tú eres pérfido y se te llama rebelde desde el seno materno. (Isaías 48, 8)

  • el Señor Yahveh me ha abierto el oído. Y yo no me resistí, ni me hice atrás. (Isaías 50, 5)

  • Y atraeré sobre aquella tierra todas las palabras que he hablado respecto a ella, todo lo que está escrito en este libro. Lo que profetizó Jeremías tocante a la generalidad de las naciones. (Jeremías 25, 13)

  • Así dice Yahveh el Dios de Israel: Escríbete todas las palabras que te he hablado en un libro. (Jeremías 30, 2)

  • Así dice Yahveh: Halló gracia en el desierto el pueblo que se libró de la espada: va a su descanso Israel. (Jeremías 31, 2)

  • Hizo Baruc, hijo de Neriyías, conforme a todo cuanto le había mandado el profeta Jeremías, y leyó en el libro las palabras de Yahveh en la Casa de Yahveh. (Jeremías 36, 8)

  • Baruc, pues, leyó en el libro las palabras de Jeremías en la Casa de Yahveh, en la cámara de Guemarías, hijo de Safán el escriba, en el patio alto, a la entrada de la Puerta Nueva de la Casa de Yahveh, a oídos de todo el pueblo. (Jeremías 36, 10)

  • Oye Miqueas, hijo de Guemarías, hijo de Safán, todas las palabras de Yahveh según el libro, (Jeremías 36, 11)

  • Y Miqueas declaró todas las palabras que había oído leer a Baruc en el libro a oídos del pueblo. (Jeremías 36, 13)

  • Díceles Baruc: «Al dictado. El me recitaba todas estas palabras y yo las iba escribiendo en el libro con tinta.» (Jeremías 36, 18)

  • Entonces Jeremías tomó otro rollo, que dio al escriba Baruc, hijo de Neriyías, y éste escribió al dictado de Jeremías todas las palabras del libro que había quemado Yoyaquim, rey de Judá, e incluso se añadió a aquéllas otras muchas por el estilo. (Jeremías 36, 32)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina