Fondare 227 Risultati per: levitas

  • Porque los levitas no tienen su parte entre vosotros, pues el sacerdocio de Yahveh es su heredad; y Gad, Rubén y la media tribu de Manasés, han recibido ya al lado oriental del Jordán, la heredad que les dio Moisés, siervo de Yahveh.» (Josué 18, 7)

  • Se acercaron los cabezas de familia de los levitas al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los cabezas de familia de las tribus de Israel, (Josué 21, 1)

  • Los israelitas, conforme a la orden de Yahveh, dieron a los levitas, de su heredad, las siguientes ciudades con sus pastos. (Josué 21, 3)

  • Se hizo el sorteo para los clanes quehatitas: y a los levitas hijos del sacerdote Aarón les tocaron trece ciudades de las tribus de Judá, Simeón, y Benjamín; (Josué 21, 4)

  • Los israelitas dieron a los levitas por suertes esas ciudades y sus pastos, como Yahveh había ordenado por boca de Moisés. (Josué 21, 8)

  • A los clanes de los hijos de Quehat, a los levitas restantes entre los hijos de Quehat, les tocaron en suerte ciudades de la tribu de Efraím. (Josué 21, 20)

  • A los clanes de los hijos de Merarí, al resto de los levitas: de la tribu de Zabulón: Yoqneam con sus pastos, Cartá con sus pastos, (Josué 21, 34)

  • Total de las ciudades de los levitas en medio de la propiedad de los israelitas: 48 ciudades con sus pastos. (Josué 21, 41)

  • Los levitas bajaron el arca de Yahveh y el cofre que estaba a su lado y que contenía los objetos de oro, y lo depositaron todo sobre la gran piedra. Los de Bet Semes ofrecieron aquel día holocaustos e hicieron sacrificios a Yahveh. (I Samuel 6, 15)

  • Iban también con él Sadoq y todos los levitas, llevando el arca de la alianza de Dios. Se detuvieron con el arca de Dios junto a Abiatar hasta que todo el pueblo acabó de salir de la ciudad. (II Samuel 15, 24)

  • Hijos de Merarí: Majlí y Musí. Estas son las familias de los levitas según sus casas paternas. (I Crónicas 6, 4)

  • Sus hermanos, los levitas, estaban dedicados a los servicios de la Morada de la Casa de Dios. (I Crónicas 6, 33)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina