Fondare 486 Risultati per: estás
Enseñádselas a vuestros hijos, hablando de ellas tanto si estás en casa como si vas de viaje, así acostado como levantado. (Deuteronomio 11, 19)
Observa y escucha todas estas cosas que yo te mando, para que seas feliz siempre, tú y tu hijo después de ti, por haber hecho lo que es bueno y justo a los ojos de Yahveh tu Dios. (Deuteronomio 12, 28)
guárdate de dejarte prender en el lazo siguiendo su ejemplo después de haber sido ellos exterminados ante ti, y de buscar sus dioses, diciendo; «¿Cómo servían estas naciones a sus dioses? Así haré yo también,» (Deuteronomio 12, 30)
Contarás siete semanas. Cuando la hoz comience a cortar las espigas comenzarás a contar estas siete semanas. (Deuteronomio 16, 9)
Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahveh tu Dios y por causa de estas abominaciones desaloja Yahveh tu Dios a esas naciones delante de ti. (Deuteronomio 18, 12)
a condición de que guardes y practiques todos los mandamientos que yo te prescribo hoy, amando a Yahveh tu Dios y siguiendo siempre sus caminos -, a estas tres ciudades añadirás otras tres. (Deuteronomio 19, 9)
Pero si un hombre odia a su prójimo y le tiende una emboscada, se lanza sobre él, le hiere mortalmente y aquél muere, y luego huye a una de estas ciudades, (Deuteronomio 19, 11)
Así has de tratar a las ciudades muy alejadas de ti, que no forman parte de estas naciones. (Deuteronomio 20, 15)
Y pronunciarán estas palabras: «Nuestras manos no han derramado esa sangre y nuestros ojos no han visto nada. (Deuteronomio 21, 7)
su cuñada se acercará a él en presencia de los ancianos, le quitará su sandalia del pie, le escupirá a la cara y pronunciará estas palabras: «Así se hace con el hombre que no edifica la casa de su hermano»; (Deuteronomio 25, 9)
Porque todo el que hace estas cosas, todo el que comete fraude, es una abominación para Yahveh tu Dios. (Deuteronomio 25, 16)
Tú pronunciarás estas palabras ante Yahveh tu Dios: «Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y residió allí como inmigrante siendo pocos aún, pero se hizo una nación grande, fuerte y numerosa. (Deuteronomio 26, 5)