Fondare 486 Risultati per: estás

  • Estas son las aguas de Meribá, donde protestaron los israelitas contra Yahveh, y con las que él manifestó su santidad. (Números 20, 13)

  • ¡Ay de ti, Moab!, perdido estás, pueblo de Kemós. Entrega sus hijos a la fuga y sus hijas al cautiverio, en manos de Sijón, el rey amorreo. (Números 21, 29)

  • Estas invitaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses, y el pueblo comió y se postró ante sus dioses. (Números 25, 2)

  • Porque os rebelasteis en el desierto de Sin, cuando protestó la comunidad y cuando os mandé manifestar delante de ella mi santidad, por medio del agua.» Estas son las aguas de Meribá de Cadés, en el desierto de Sin. (Números 27, 14)

  • Estas son las etapas de los israelitas, que salieron de Egipto por cuerpos de ejército, a las órdenes de Moisés y Aarón. (Números 33, 1)

  • Moisés, por orden de Yahveh, escribió los puntos de donde partían, etapa por etapa. Estas fueron sus etapas, con indicación de los puntos de partida. (Números 33, 2)

  • Estas ciudades que cederéis de la propiedad de los israelitas, las tomaréis en mayor número del grande y en menor del pequeño; cada uno cederá ciudades a los levitas en proporción a la herencia que le haya tocado.» (Números 35, 8)

  • la comunidad juzgará entre el homicida y el vengador de la sangre según estas normas, (Números 35, 24)

  • Estas son las órdenes y normas que dio Yahveh, por medio de Moisés, a los israelitas, en las Estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó. (Números 36, 13)

  • Estas son las palabras que dijo Moisés a todo Israel al otro lado del Jordán en el desierto, en la Arabá, frente a Suf, entre Parán y Tófel, Labán, Jaserot y Di Zahab. - (Deuteronomio 1, 1)

  • Del desierto de Quedemot envié mensajeros a Sijón, rey de Jesbón, con estas palabras de paz: (Deuteronomio 2, 26)

  • aunque guardamos como botín todo el ganado y los despojos de estas ciudades. (Deuteronomio 3, 7)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina