Fondare 314 Risultati per: batalla de Jonatán

  • los cuales se irritaron contra Jeremías, le dieron de golpes y le encarcelaron en casa del escriba Jonatán, convertida en prisión. (Jeremías 37, 15)

  • Ahora, pues, oiga el rey mi señor, caiga bien en tu presencia mi petición de gracia y no me vuelvas a casa del escriba Jonatán, no muera yo allí.» (Jeremías 37, 20)

  • tú les dirás: "He pedido al rey la gracia de que no se me devuelva a casa de Jonatán a morirme allí."» (Jeremías 38, 26)

  • y fueron donde Godolías, a Mispá, Ismael, hijo de Netanías, Yojanán y Jonatán, hijo de Caréaj, Seraías, hijo de Tanjumet, los hijos de Efay el netofita y Yaazanías de Maaká en compañía de sus hombres. (Jeremías 40, 8)

  • Ordenad escudo y pavés, y avanzad a la batalla. (Jeremías 46, 3)

  • Y oí el ruido de sus alas, como un ruido de muchas aguas, como la voz de Sadday; cuando marchaban, era un ruido atronador, como ruido de batalla; cuando se paraban, replegaban sus alas. (Ezequiel 1, 24)

  • tumulto de guerra se alzará en tu pueblo, y todas tus fortalezas serán devastadas, como Salmán devastó a Bet Arbel el día de la batalla, cuando la madre fue estrellada sobre sus hijos. (Oseas 10, 14)

  • Como estrépito de carros, por las cimas de los montes saltan, como el crepitar de la llama de fuego que devora hojarasca; ¡como un pueblo poderoso en orden de batalla! (Joel 2, 5)

  • Yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén. Será tomada la ciudad, las casas serán saqueadas y violadas las mujeres. La mitad de la ciudad partirá al cautiverio, pero el Resto del pueblo no será extirpado de la ciudad. (Zacarías 14, 2)

  • Saldrá entonces Yahveh y combatirá contra esas naciones como el día en que él combate, el día de la batalla. (Zacarías 14, 3)

  • el Sumo Sacerdote Anás, Caifás, Jonatán, Alejandro y cuantos eran de la estirpe de sumos sacerdotes. (Hechos 4, 6)

  • Y si la trompeta no da sino un sonido confuso, ¿quién se preparará para la batalla? (I Corintios 14, 8)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina