Fondare 314 Risultati per: batalla de Jonatán

  • Puso el resto del ejército al mando de su hermano Abisay y lo ordenó en batalla frente a los ammonitas. (II Samuel 10, 10)

  • Se dio aviso a David, quien reuniendo a todo Israel pasó el Jordán y llegó a Jelam; los arameos se ordenaron en batalla frente a David y combatieron contra él. (II Samuel 10, 17)

  • En la carta había escrito: «Poned a Urías frente a lo más reñido de la batalla y retiraos de detrás de él para que sea herido y muera.» (II Samuel 11, 15)

  • y ordenó al mensajero: «Cuando hayas acabado de decir al rey todas las noticias sobre la batalla, (II Samuel 11, 19)

  • Dijo el rey al sacerdote Sadoq: «Mirad, tú y Abiatar volveos en paz a la ciudad, con vuestros dos hijos, Ajimaas, tu hijo, y Jonatán, hijo de Abiatar. (II Samuel 15, 27)

  • Estarán allí con ellos sus dos hijos, Ajimaas de Sadoq y Jonatán de Abiatar, y por su medio podréis communicarme todo lo que sepáis.» (II Samuel 15, 36)

  • Jonatán y Ajimaas estaban apostados en la fuente de Roguel. Una criada vendría a avisarles y ellos irían a comunicárselo al rey David, porque no podían dejarse ver al entrar en la ciudad. (II Samuel 17, 17)

  • Llegó la gente de Absalón a la casa, donde la mujer, y dijeron: «¿Dónde están Ajimaas y Jonatán?» La mujer respondió: «Han pasado más allá hacia el agua.» Buscaron, pero no hallaron nada y se volvieron a Jerusalén. (II Samuel 17, 20)

  • El ejército salió al campo, al encuentro de Israel, y se trabó la batalla en el bosque de Efraím. (II Samuel 18, 6)

  • La batalla se extendió por todo aquel contorno y aquel contorno y aquel día devoró el bosque más hombres que la espada. (II Samuel 18, 8)

  • Y aquel día fue entrando el ejército a escondidas en la ciudad, como cuando va a escondidas un ejército que huye avergonzado de la batalla. (II Samuel 19, 4)

  • Pero Absalón, a quien ungimos por rey nuestro, ha muerto en la batalla. Así pues, ¿por qué estáis sin hacer nada para traer al rey?» (II Samuel 19, 11)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina