Fondare 737 Risultati per: cielo abierto
Él será un signo perdurable entre yo y los israelitas, porque en seis días el Señor hizo el cielo y la tierra, pero el séptimo día descansó y retomó aliento. (Exodo 31, 17)
Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, a quienes juraste por ti mismo diciendo: ‘Yo multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda esta tierra de la que hablé, para que la tengan siempre como herencia’". (Exodo 32, 13)
Así está mandado, a fin de que los israelitas traigan las víctimas que ellos suelen sacrificar en campo abierto, y las presenten al Señor, a la entrada de la Carpa del Encuentro, entregándolas al sacerdote para que sean ofrecidas al Señor como sacrificio de comunión. (Levítico 17, 5)
Pero las casas de los poblados que no tienen murallas serán consideradas como el campo abierto: podrán ser rescatadas, y en el año del jubileo quedarán libres. (Levítico 25, 31)
Humillaré esa enorme soberbia, haciendo que el cielo sea para ustedes como hierro y la tierra como bronce. (Levítico 26, 19)
Y cualquiera que toque, en campo abierto, a una persona que fue asesinada o murió naturalmente, o huesos humanos, o una tumba, será impuro durante siete días. (Números 19, 16)
El Señor, su Dios, los ha multiplicado de tal manera, que hoy ustedes son numerosos como las estrellas del cielo. (Deuteronomio 1, 10)
¿Adónde iremos? Nuestros hermanos nos dejaron sin aliento, cuando nos dijeron: ‘Son gente más grande y más alta que nosotros; las ciudades son enormes y están provistas de murallas que se elevan hasta el cielo. Allí vimos también a los anaquitas’". (Deuteronomio 1, 28)
A partir de este momento, haré que el pánico y el terror se apoderen de todos los pueblos que están bajo el cielo: el que oiga hablar de ti, temblará y se estremecerá de espanto". (Deuteronomio 2, 25)
"Señor, tú que has comenzado a mostrar a tu servidor tu grandeza y tu mano poderosa, porque no hay ningún dios en el cielo o en la tierra capaz de realizar las obras y los portentos que tú realizas: (Deuteronomio 3, 24)
Ustedes se acercaron y permanecieron al pie de la montaña, mientras la montaña ardía envuelta en un fuego que se elevaba hasta lo más alto del cielo, entre negros nubarrones y una densa oscuridad. (Deuteronomio 4, 11)
Y cuando levantes los ojos hacia el cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el Ejército de los cielos, no te dejes seducir ni te postres para rendirles culto. Porque ellos son la parte que el Señor, tu Dios, ha dado a todos los pueblos que están bajo el cielo. (Deuteronomio 4, 19)