Fondare 201 Risultati per: Morada

  • Pero él, tomando una noble resolución, digna de su edad, del prestigio de su vejez, de sus venerables canas, de la vida ejemplar que había llevado desde su infancia y, sobre todo, de la santa legislación establecida por Dios, se mostró consecuente consigo mismo, pidiendo que lo enviaran de inmediato a la morada de los muertos. (II Macabeos 6, 23)

  • La maldición del Señor está en la casa del malvado, pero él bendice la morada de los justos. (Proverbios 3, 33)

  • En la morada del sabio hay tesoros preciosos y perfume, pero el necio se los devora. (Proverbios 21, 20)

  • No aceches, malvado, la morada del justo ni despojes su vivienda, (Proverbios 24, 15)

  • Entonces se temerán las cuestas empinadas y los terrores acecharán por el camino. El almendro estará florecido, se pondrá pesada la langosta y la alcaparra perderá su eficacia. Porque el hombre se va a su morada eterna, mientras las plañideras rondan por la calle. (Eclesiastés 12, 5)

  • porque un cuerpo corruptible pesa sobre el alma y esta morada de arcilla oprime a la mente con muchas preocupaciones. (Sabiduría 9, 15)

  • Ante él, ejercí el ministerio en la Morada santa, y así me he establecido en Sión; (Eclesiástico 24, 10)

  • Yo exhalé perfume como el cinamomo, como el aspálato fragante y la mirra selecta, como el gálbano, la uña aromática y el estacte, y como el humo del incienso en la Morada. (Eclesiástico 24, 15)

  • Tú despertaste a un hombre de la muerte y de la morada de los muertos, por la palabra de Altísimo. (Eclesiástico 48, 5)

  • Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada. (Isaías 11, 10)

  • que talla su sepulcro en la altura y se cava una morada en la roca. ¿Qué tienes y a quién tienes aquí, para tallarte aquí un sepulcro? (Isaías 22, 16)

  • Porque el Señor sale de su morada para pedir cuenta de su iniquidad a los habitantes de la tierra: la tierra pondrá al descubierto la sangre derramada y ya no cubrirá a sus muertos. (Isaías 26, 21)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina