Fondare 201 Risultati per: Morada

  • ¿Por qué entonces pisotean mi sacrificio y mi ofrenda, que yo prescribí para mi Morada? ¿Por qué honras a tus hijos más que a mí, haciéndolos engordar con lo mejor de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? (I Samuel 2, 29)

  • Tú verás un rival en la Morada; y aunque todo le vaya bien a Israel, nunca habrá ancianos en tu casa. (I Samuel 2, 32)

  • Desde el día en que hice subir de Egipto a los israelitas hasta el día de hoy, nunca habité en una casa, sino que iba de un lado a otro, en una carpa que me servía de morada. (II Samuel 7, 6)

  • Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, (II Samuel 7, 10)

  • Pero el rey dijo a Sadoc: "Lleva de nuevo el Arca de Dios a la ciudad. Si el Señor me mira favorablemente, me hará volver a ver el Arca y su morada. (II Samuel 15, 25)

  • ¡Escucha la súplica y la oración que tu servidor y tu pueblo Israel dirijan hacia este lugar! ¡Escucha desde tu morada en el cielo, escucha y perdona! (I Reyes 8, 30)

  • Ellos servían como cantores ante la Morada -la Carpa del Encuentro- hasta que Salomón edificó el Templo del Señor en Jerusalén, y prestaban servicio conforme a su reglamento. (I Crónicas 6, 17)

  • Sus hermanos, los levitas, estaban encargados de todo el servicio de la Morada de la Casa de Dios. (I Crónicas 6, 33)

  • Al sacerdote Sadoc y a sus hermanos, los sacerdotes, los puso delante de la Morada del Señor, en el lugar alto de Gabaón, (I Crónicas 16, 39)

  • Porque desde el día en que hice subir a Israel hasta el día de hoy, nunca habité en una casa, sino que anduve de carpa en carpa y de morada en morada. (I Crónicas 17, 5)

  • Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, y los malhechores no seguirán devorándolo como antes. (I Crónicas 17, 9)

  • La Morada del Señor, que Moisés había hecho en el desierto, y el altar de los holocaustos estaban entonces en el lugar alto de Gabaón. (I Crónicas 21, 29)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina