Fondare 1561 Risultati per: Casa

  • Si un hombre se casa con una mujer y con la madre de esta, lo que hace es una depravación: tanto él como ellas serán quemados, para que no haya tal depravación entre ustedes. (Levítico 20, 14)

  • Si alguien se casa con su hermana -sea hija de su padre o de su madre- de manera que él ve la desnudez de ella, y ella la de él, cometen una ignominia: ambos serán extirpados a la vista de sus compatriotas. Por haber tenido relaciones con su hermana, él deberá cargar con su culpa. (Levítico 20, 17)

  • Si un hombre se casa con la mujer de su hermano, lo que hace es una indecencia, porque es como si tuviera relaciones con su hermano: los que lo hagan no tendrán hijos. (Levítico 20, 21)

  • Pero si un sacerdote adquiere con su dinero un esclavo, este podrá comer de las cosas sagradas; y también los esclavos nacidos en su casa podrán comer de su pan. (Levítico 22, 11)

  • Si la hija de un sacerdote se casa con alguien que no es sacerdote, ella no podrá comer de las ofrendas sagradas. (Levítico 22, 12)

  • Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada y, no teniendo hijos, vuelve a la casa de su padre como en su juventud, podrá comer del pan de su padre. Ningún extraño comerá de él; (Levítico 22, 13)

  • Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas: Si un hombre de la casa de Israel, o alguno de los extranjeros residentes en Israel presenta su ofrenda al Señor para un holocausto -ya sea en cumplimiento de un voto o como ofrenda voluntaria- (Levítico 22, 18)

  • Si no ha sido rescatada antes de transcurrido ese año, la casa pasará definitivamente al comprador y a sus descendientes, y no será rescatada en el jubileo. (Levítico 25, 30)

  • Y si alguno de los levitas no la rescata, la casa que él vendió -y que es su propiedad- quedará libre en el jubileo, porque las casas de las ciudades de los levitas son de su propiedad entre los israelitas. (Levítico 25, 33)

  • Si un hombre consagra su casa al Señor, el sacerdote deberá tasarla. Sea alta o baja, se aceptará la tasación fijada por el sacerdote. (Levítico 27, 14)

  • Y si el que consagró su casa desea rescatarla, deberá añadir un quinto a la suma en que ha sido tasada, y así volverá a ser suya. (Levítico 27, 15)

  • Estos fueron los registrados por Moisés y Aarón, y por los jefes de Israel, que eran doce, uno por cada casa paterna. (Números 1, 44)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina