Fondare 306 Risultati per: Último Capítulo de Josué

  • Junto a él, Ezer, hijo de Josué, jefe de Mispá, reparó otro sector, frente a la subida del Arsenal, en dirección del Ángulo. (Nehemías 3, 19)

  • Llegaron con Zorobabel, Josué, Nehemías, Azarías, Raamías, Najamaní, Mardoqueo, Bilsán, Mispéret, Bigvai, Nejúm y Baaná. Lista de los hombres del pueblo de Israel: (Nehemías 7, 7)

  • los hijos de Pajat Moab, es decir, los hijos de Josué y de Joab: 2.818; (Nehemías 7, 11)

  • Sacerdotes: los hijos de Iedaías, de la casa de Josué: 973; (Nehemías 7, 39)

  • Levitas: Los hijos de Josué, es decir, de Cadmiel y de los hijos de Hodvá: 74. (Nehemías 7, 43)

  • Josué, Baní, Serebías, Iamín, Acub, Sabtai, Hodías, Maaseías, Quelitá, Azarías, Jozabad, Janán y Pelaías -los levitas- exponían la Ley al pueblo, que se mantenía en sus puestos. (Nehemías 8, 7)

  • Toda la asamblea de los que habían vuelto del cautiverio hicieron chozas y habitaron en ellas. Desde los días de Josué, hijo de Nun, hasta ese día, los israelitas no habían hecho nada igual. La alegría fue muy grande. (Nehemías 8, 17)

  • Día tras día, desde el primer día de la semana hasta el último, se leyó el libro de la Ley de Dios. Durante siete días se celebró la Fiesta, y al octavo día hubo una asamblea solemne, como está establecido. (Nehemías 8, 18)

  • Sobre la tribuna de los levitas se levantó Josué, junto con Binuí, Cadmiel, Sebanías, Buní, Serebías, Baní y Quenaní, y clamaron en alta voz al Señor, su Dios. (Nehemías 9, 4)

  • Luego los levitas Josué, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petajías dijeron: "¡Levántense, bendigan al Señor, su Dios, desde siempre y para siempre! Sea bendecido tu Nombre glorioso, que supera toda bendición y alabanza". (Nehemías 9, 5)

  • Luego los levitas: Josué, hijo de Azanías, Binuí, de los hijos de Jenanad, Cadmiel, (Nehemías 10, 10)

  • Estos son los sacerdotes y levitas que subieron con Zorobabel, hijo de Sealtiel, y con Josué: Seraías, Jeremías, Esdras, (Nehemías 12, 1)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina