Fondare 583 Risultati per: siempre

  • Reciban saludos de su compatriota Epafras; es un buen servidor de Cristo Jesús que siempre está orando fervientemente por ustedes para que sean perfectos y produzcan todos los frutos que Dios desea. (Carta a los Colosenses 4, 12)

  • Mas ahora Timoteo acaba de volver y nos trae buenas noticias de su fe y su caridad. Nos dice que conservan siempre buen recuerdo de nosotros y que tienen tantas ganas de vernos como nosotros a ustedes. (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 6)

  • Después nosotros, los vivos, los que todavía estemos, nos reuniremos con ellos, llevados en las nubes al encuentro del Señor, allá arriba. Y estaremos con el Señor para siempre. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 17)

  • Estén siempre alegres, (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 16)

  • Ya sabemos que la Ley es buena siempre que tengamos presente su finalidad. (1º Carta a Timoteo 1, 8)

  • Al único inmortal, al que habita en la luz inaccesible a quien ningún hombre ha visto ni puede ver, a él honor y poder por siempre jamás. ¡Amén! (1º Carta a Timoteo 6, 16)

  • Exige a los ricos que no sean arrogantes ni confíen en las riquezas, que son siempre inseguras; que más bien confíen en Dios, que nos proporciona todo generosamente para que lo disfrutemos. (1º Carta a Timoteo 6, 17)

  • que siempre están aprendiendo y nunca llegan al conocimiento de la verdad. (2º Carta a Timoteo 3, 7)

  • predica la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, rebatiendo, amenazando o aconsejando, siempre con paciencia y dejando una doctrina. (2º Carta a Timoteo 4, 2)

  • Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio. (2º Carta a Timoteo 4, 5)

  • Esperamos la vida eterna que nos había prometido desde siempre el Dios que no miente jamás. (Carta a Tito 1, 2)

  • Fue precisamente uno de su raza, a quien ellos tienen por profeta, el que dijo: «Cretenses, siempre mentirosos, malas bestias y vientres perezosos.» (Carta a Tito 1, 12)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina