Fondare 153 Risultati per: hambre

  • La escasez se hizo más fuerte y no se encontraban alimentos en toda la tierra; Egipto y Canaán estaban agotados por el hambre. (Génesis 47, 13)

  • De este modo José adquirió para Faraón toda la tierra de Egipto, pues los egipcios tuvieron que vender sus campos, ya que el hambre los apretaba, y la tierra pasó a ser toda de Faraón. (Génesis 47, 20)

  • Les decían: «¡Ojalá Yavé nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan en abundancia. Ustedes, en cambio, nos han traído a este desierto en que todo ese gentío morirá de hambre.» (Exodo 16, 3)

  • Te hizo pasar necesidad, te hizo pasar hambre, y luego te dio a comer maná que ni tú ni tus padres habían conocido. Quería enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino que todo lo que sale de la boca de Dios es vida para el hombre. (Deuteronomio 8, 3)

  • servirás con hambre, sed, falta de ropa y toda clase de miseria a los enemigos que Yavé enviará contra ti. Ellos pondrán sobre tu cuello un yugo de hierro hasta que te destruyan del todo. (Deuteronomio 28, 48)

  • Los consumirán el hambre, la peste y las fiebres mortales. Dientes de fiera mandaré contra ellos, y el veneno de los reptiles. (Deuteronomio 32, 24)

  • miel, mantequilla y queso de oveja y de vaca, para que David y su gente pudieran alimentarse, pues pensaban: «Todos han sufrido hambre, sed y cansancio en el desierto.» (2 Samuel 17, 29)

  • En tiempo del rey David hubo una gran hambre que duró tres años seguidos. David hizo la consulta a Yavé, y la respuesta fue: «Hay una maldición sobre Saúl y su descendencia, porque mató a los gabaonitas.» (2 Samuel 21, 1)

  • ¿Quieres que el pueblo sufra hambre durante tres años?, ¿o bien prefieres tener que huir durante tres meses ante tus enemigos?, ¿o deseas que el país sea asolado por la peste durante tres días? Ahora piénsalo bien, pues debo llevar tu respuesta al que me envió.» (2 Samuel 24, 13)

  • Cuando haya hambre en el país, cuando haya peste, plaga del trigo, langosta o pulgón, cuando el enemigo tenga sitiada una de sus ciudades, en toda calamidad y enfermedad, escúchalos. (1 Reyes 8, 37)

  • Hubo gran hambre en el pueblo, y tanta fue la miseria que una cabeza de burro se vendía en ochenta monedas de plata, y medio litro de garbanzos por cinco monedas. (2 Reyes 6, 25)

  • Si decidimos entrar en la ciudad, allí nos moriremos de hambre; y si nos quedamos aquí, moriremos igual. Así que vamos a pasarnos al campamento de los arameos. Si nos dejan vivir, viviremos. Y si nos matan, moriremos.» (2 Reyes 7, 4)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina