Fondare 120 Risultati per: Samaria

  • Cuando entraron a Samaria, Eliseo dijo: «Yavé, abre sus ojos para que vean.» Abrió Yavé sus ojos y vieron que estaban dentro de Samaria. (2 Reyes 6, 20)

  • Benadad, rey de Aram, reunió todas sus tropas y vino a sitiar Samaria. (2 Reyes 6, 24)

  • Eliseo contestó: «Escuchen esta palabra de Yavé: Mañana a esta hora, en la entrada de Samaria, la medida de flor de harina se comprará por una moneda de plata, y la doble medida de cebada por una moneda de plata también.» (2 Reyes 7, 1)

  • Pues cuando éste había dicho al rey: «Mañana, a estas horas, a la entrada de Samaria, dos medidas de cebada se venderán por un siclo, por un siclo también una medida de flor de harina», (2 Reyes 7, 18)

  • Setenta hijos de Ajab vivían en Samaria. Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los jefes de la ciudad, a los jueces y a los que cuidaban de los hijos de Ajab, diciendo: (2 Reyes 10, 1)

  • Entonces partió para Samaria y, llegaba a Betacad de los Pastores, (2 Reyes 10, 12)

  • Cuando estuvo en Samaria, Jehú dio muerte a todos los sobrevivientes del partido de Ajab que vivían en aquella ciudad; no dejó a ninguno con vida. Así se cumplió la palabra que Yavé había dicho por boca de Elías. (2 Reyes 10, 17)

  • Cuando murió Jehú, lo sepultaron en Samaria y su hijo Joacaz reinó en su lugar. Jehú había reinado veintiocho años en Samaria. (2 Reyes 10, 35)

  • En el año veintitrés de Joás, hijo de Ocozías, rey de Judá, Joacaz, hijo de Jehú, comenzó a reinar sobre Israel en su capital Samaria; reinó diecisiete años. (2 Reyes 13, 1)

  • Pero no se apartaron de los pecados con que Jeroboam había hecho pecar a Israel, y aun el tronco sagrado quedó en pie en Samaria. (2 Reyes 13, 6)

  • Cuando Joacaz se acostó con sus padres, lo sepultaron en Samaria y en su lugar reinó su hijo Joás. (2 Reyes 13, 9)

  • En el año treinta y siete de Joás, rey de Judá, Joás, hijo de Joacaz, comenzó a reinar sobre Israel, en su capital Samaria; reinó dieciocho años. (2 Reyes 13, 10)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina