Fondare 31 Risultati per: Enorme

  • Enorme fue la prueba que soportó Israel. (1 Macabeos 1, 64)

  • sí, este hombre tenía odio enorme a sus hermanos judíos. (2 Macabeos 5, 23)

  • Además, los habitantes de Jafa cometieron este enorme crimen: con pretexto de agradar a los judíos que vivían entre ellos, la ciudad decidió que harían un paseo, junto con sus mujeres e hijos, en unas naves que tenían preparadas. (2 Macabeos 12, 3)

  • Por esto la Muerte ensancha su garganta y abre su enorme hocico, allí baja el esplendor de Sión: con toda la bulla de su gente alegre. (Isaías 5, 14)

  • Tenemos noticias del orgullo de Moab, de ese orgullo enorme, de su vanidad, soberbia y petulancia, de sus palabrerías que no llevan a ninguna parte. (Isaías 16, 6)

  • ¡Todos tus amantes te olvidaron, ya no se interesan por ti! Sí, yo te he herido como hiere el enemigo, con un golpe seco, por tu enorme culpa y por tus numerosos pecados. (Jeremías 30, 14)

  • ¿Por qué te quejas de tus heridas, y por qué tu dolor no se puede calmar? Por tu enorme culpa, por tus numerosos pecados te he hecho esto. (Jeremías 30, 15)

  • Oí el batir de las alas de los seres unas contra otras, oí también el ruido de las ruedas: todo era un enorme estruendo. (Ezequiel 3, 13)

  • Porque esto dice Yavé: Haré venir del Norte contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, el rey de reyes. Llegará con caballos, carros y caballeros, con una coalición de pueblos, y un enorme ejército. (Ezequiel 26, 7)

  • Tú veías una estatua enorme, de extraordinario brillo y aspecto terrible, que se levantaba delante de ti. (Daniel 2, 31)

  • Estaba yo pensando, y en esto vino de occidente un macho cabrío como sobrevolando la tierra entera sin tocar el suelo, que tenía un cuerno enorme entre los ojos. (Daniel 8, 5)

  • Ha llegado la hora de rendir cuentas; ha llegado la hora del desquite: ¡que todo Israel lo sepa! Los profetas serán como locos y los inspirados ya no sabrán qué decir, pues, así como fue grande tu pecado, enorme será tu desastre. (Oseas 9, 7)


“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina