4. Su bondad es la del cardo, su honradez peor que una hilera de espinos. ¡Pobres de ellos! Ahora viene el juicio, el día de su castigo, y ahora no saben qué hacer.





“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina