Salmos, 71
5. pues tú eres mi esperanza, Señor, mi confianza desde mi juventud, oh Dios.
5. pues tú eres mi esperanza, Señor, mi confianza desde mi juventud, oh Dios.
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina