Salmos, 112
10. El criminal, al verlo, se enfurece, se consume de rabia, rechinando los dientes. El propósito del criminal será un fracaso.
10. El criminal, al verlo, se enfurece, se consume de rabia, rechinando los dientes. El propósito del criminal será un fracaso.
O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina