25. E inmediatamente se levantó delante de todos, se cargó la camilla en que había estado tendido y se fue a su casa, alabando a Dios.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina