12. Josué se apoderó de todas las ciudades de estos reyes, y a todos los pasó a filo de espada, consagrándolos al exterminio, como había mandado Moisés, siervo del Señor.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina