4. y los llevé al templo del Señor, a la sala de Benhanán, hombre de Dios, la que está junto a la sala de los dignatarios, encima de la de Maasías, hijo de Salún, guardián de la puerta.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina