16. ¡Qué perversidad! ¡Como si el barro pudiese compararse con el alfarero, o la obra decirle a su autor: No me has hecho, o el vaso a su alfarero: Nada sabes!





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina