16. y después de haber engendrado a Yéred, vivió todavía ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina