Ezequiel, 16
4. Cuando naciste, el día que viniste al mundo, no te fue cortado el cordón, no fuiste lavada con agua pura para limpiarte; no te hicieron las fricciones de sal, ni fuiste envuelta en pañales.
4. Cuando naciste, el día que viniste al mundo, no te fue cortado el cordón, no fuiste lavada con agua pura para limpiarte; no te hicieron las fricciones de sal, ni fuiste envuelta en pañales.
“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina