Eclesiástico, 30
12. Doblega su cerviz en su juventud y túndele las espaldas de muchacho, no sea que se vuelva díscolo y desobediente y sufras la pena de ello.
12. Doblega su cerviz en su juventud y túndele las espaldas de muchacho, no sea que se vuelva díscolo y desobediente y sufras la pena de ello.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina