13. En aquel momento se produjo un gran terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, y en el cataclismo perecieron siete mil personas. Los supervivientes, llenos de terror, dieron gloria al Dios del cielo.





“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina