1. Rea de castigo es Samaria, porque se rebeló contra su Dios. A espada caerán, serán sus niños estrellados, y reventadas sus mujeres encinta.

2. Vuelve, Israel, a Yahveh tu Dios, pues has tropezado por tus culpas.

3. Tomad con vosotros palabras, y volved a Yahveh. Decidle: «Quita toda culpa; toma lo que es bueno; y en vez de novillos te ofreceremos nuestros labios.

4. Asiria no nos salvará, no montaremos ya a caballo, y no diremos más "Dios nuestro" a la obra de nuestros manos, oh tú, en quien halla compasión el huérfano.»

5. - Yo sanaré su infidelidad, los amaré graciosamente; pues mi cólera se ha apartado de él,

6. seré como rocío para Israel: él florecerá como el lirio, y hundirá sus raíces como el Líbano.

7. Sus ramas se desplegarán, como el del olivo será su esplendor, y su fragancia como la del Líbano.

8. Volverán a sentarse a mi sombra; harán crecer el trigo, florecerán como la vid, su renombre será como el del vino del Líbano.

9. Efraím... ¿qué tiene aún con los ídolos? Yo le atiendo y le miro. Yo soy como un ciprés siempre verde, y gracias a mí se te halla fruto.

10. ¿Quién es sabio para entender estas cosas, inteligente para conocerlas?: Que rectos son los caminos de Yahveh, por ellos caminan los justos, mas los rebeldes en ellos tropiezan.





“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina