29. dígnate, pues, bendecir la casa de tu siervo para que permanezca por siempre en tu presencia, pues tú mi Señor Yahveh, has hablado y con tu bendición la casa de tu siervo será eternamente bendita.»





“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina