II Samuel, 22
28. Tú que salvas al pueblo humilde, y abates los ojos altaneros.
28. Tú que salvas al pueblo humilde, y abates los ojos altaneros.
El capítulo 22 de 2 Samuel contiene una canción de David en la que alaba a Dios por darle victoria sobre sus enemigos y protegido a lo largo de su vida. David describe la grandeza de Dios y gracias por su constante ayuda. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en el capítulo:
Salmo 18:2: "El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi liberador; mi Dios es mi roca, en quien me refugio. Él es mi escudo y el poder que me salva, mi torre". Este versículo muestra la confianza de David en Dios como su roca y protector.
Salmo 18:17: "Me entregó de mi poderoso enemigo, mis oponentes, que eran demasiado fuertes para mí". Este versículo describe la protección de Dios sobre David y cómo lo salvó de sus enemigos.
Salmo 18:32: "Dios es lo que se encuentra con la fuerza y hace que mi camino sea perfecto". Este versículo destaca la dependencia de David de Dios para darle fuerza y orientación.
Salmo 18:46: "¡Vive al Señor! ¡Bendito sea mi roca! ¡Exaltada Sé Dios, mi Salvador!" Este versículo es una expresión de la alabanza y gratitud de David porque Dios es su Salvador y protector.
Salmo 18:49: "Entonces te alabaré, oh Señor, entre las naciones, y cantaré alabanzas a tu nombre". Este versículo muestra el deseo de David de compartir su testimonio de fe con los demás y alabar a Dios públicamente.
“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina
