9. Entonces el rey se levantó y fue a sentarse a la Puerta. Y cuando hicieron correr la noticia: "¡El rey está sentado a la Puerta!", todo el pueblo acudió a presentarse ante el rey. Mientras tanto, los de Israel habían huido cada uno a su carpa.





“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina