5. Una vez que se puso al frente de sus tropas, el Macabeo resultó invencible ante los paganos, porque la ira del Señor se había convertido en misericordia.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina