II Macabeos, 8
5. Una vez que se puso al frente de sus tropas, el Macabeo resultó invencible ante los paganos, porque la ira del Señor se había convertido en misericordia.
5. Una vez que se puso al frente de sus tropas, el Macabeo resultó invencible ante los paganos, porque la ira del Señor se había convertido en misericordia.
“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina