8. Al publicarse la orden y el edicto del rey, y una vez que fueron reunidas muchas jóvenes en la ciudadela de Susa, bajo el cuidado de Hegué, también Ester fue llevada a la casa del rey y confiada a Hegué, el encargado de las mujeres.





“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina