4. Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Seres Vivientes se postraron para adorar a Dios, que está sentado en el trono, y exclamaban: «¡Amén, aleluya!».





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina