Talált 1578 Eredmények: templo de Jerusalén

  • exterminaré a Israel de la tierra que les he dado y retiraré de mi presencia el templo que he consagrado a mi nombre, e Israel será irrisión y burla de todos los pueblos. (I Reyes 9, 7)

  • Este templo será reducido a un montón de ruinas; todo el que pase delante de él se quedará asombrado y silbará. Preguntarán: ¿Por qué ha tratado así el Señor a esta tierra y a este templo?; (I Reyes 9, 8)

  • Salomón construyó los dos edificios, el templo del Señor y el palacio real, en veinte años. (I Reyes 9, 10)

  • La leva de prestación personal que el rey Salomón impuso para construir el templo del Señor, su palacio, el terraplén y la muralla de Jerusalén, Jasor, Meguido y Guézer, fue así: (I Reyes 9, 15)

  • así como las ciudades almacenes para los carros y la caballería; hizo todo lo que quiso en Jerusalén, en el Líbano y en todo el territorio de su jurisdicción. (I Reyes 9, 19)

  • Tres veces al año ofrecía Salomón holocaustos y sacrificios de reconciliación sobre el altar que había levantado y quemaba incienso delante del Señor cuando hubo ultimado el templo. (I Reyes 9, 25)

  • Entró en Jerusalén con un gran séquito de camellos, cargados de aromas y oro en abundancia, y de piedras preciosas; se presentó a Salomón, y le propuso todo lo que pensaba. (I Reyes 10, 2)

  • los manjares de su mesa, el ordenamiento jerárquico de sus cortesanos, el comportamiento y el uniforme de sus camareros, sus provisiones de bebidas y los holocaustos que ofrecía en el templo del Señor, se quedó asombrada, (I Reyes 10, 5)

  • Con las maderas, el rey hizo balaustradas para el templo del Señor y para el palacio real, y cítaras y arpas para los cantores. Madera de sándalo como aquélla no se ha traído ni se ha vuelto a ver hasta nuestros días. (I Reyes 10, 12)

  • Salomón reunió carros y caballos, llegando a tener mil cuatrocientos carros y doce mil caballos, que destacó en las ciudades de guarnición y en Jerusalén, junto al rey. (I Reyes 10, 26)

  • El monarca logró que la plata abundara en Jerusalén como las piedras, y los cedros como los sicómoros en la Sefela. (I Reyes 10, 27)

  • En el monte que está enfrente de Jerusalén construyó un santuario a Camós, ídolo repugnante de Moab, y a Milcón, ídolo repugnante de los amonitas. (I Reyes 11, 7)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina