Talált 156 Eredmények: tarde
David le respondió: "Mira, mañana es la nueva luna y yo debería sentarme junto al rey para comer. Déjame ir, y estaré oculto en el campo hasta la tarde. (I Samuel 20, 5)
David los atacó desde la mañana hasta la tarde y los mató a todos, menos a cuatrocientos jóvenes que montaron en los camellos y huyeron. (I Samuel 30, 17)
Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta la tarde por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, porque habían caído bajo la espada. (II Samuel 1, 12)
Una tarde, después de la siesta, David, paseando por la terraza del palacio, vio a una mujer que estaba bañándose. La mujer era muy bella. (II Samuel 11, 2)
Al día siguiente David le invitó a comer y beber con él, y Urías se emborrachó; por la tarde salió a acostarse en su cama con los servidores de su señor, pero no fue a su casa. (II Samuel 11, 13)
Los cuervos le traían pan por la mañana y carne por la tarde, y bebía del torrente. (I Reyes 17, 6)
Luego el rey Acaz ordenó al sacerdote Urías: "Sobre el altar grande quemarás el holocausto de la mañana y la ofrenda de la tarde, el holocausto del rey y su ofrenda, el holocausto de toda la gente del país, sus ofrendas de pan y vino; sobre él derramaréis la sangre de los holocaustos y sacrificios. En cuanto al altar de bronce, ya proveeré". (II Reyes 16, 15)
para que ofrecieran sacrificios diariamente, mañana y tarde, sobre el altar de los holocaustos e hiciesen cuanto está escrito en la ley dada por el Señor a Israel. (I Crónicas 16, 40)
Tenían que presentarse diariamente, mañana y tarde, para dar gracias y alabar al Señor, (I Crónicas 23, 30)
También yo estoy para construir un templo al nombre del Señor, mi Dios, para consagrarlo a él, quemar incienso y aromas ante él, tener siempre ante él los panes de la proposición, ofrecer holocaustos diarios, mañana y tarde, los sábados, los novilunios y las demás fiestas del Señor, nuestro Dios; así se hará siempre en Israel. (II Crónicas 2, 3)
Ofrecen diariamente holocaustos al Señor, mañana y tarde, queman perfumes aromáticos, ponen los panes de la proposición sobre la mesa limpia y encienden todas las tardes el candelabro de oro con sus lámparas; seguimos cumpliendo las disposiciones del Señor, nuestro Dios, que vosotros habéis abandonado. (II Crónicas 13, 11)
Más tarde Josafat se alió con Ocozías, rey de Israel, que era un malvado. (II Crónicas 20, 35)