Talált 602 Eredmények: sino

  • sino que cada una de las mujeres pedirá a su vecina y a su coinquilina objetos de plata y oro y vestidos que pondréis a vuestros hijos y a vuestras hijas; y despojaréis así a los egipcios". (Exodo 3, 22)

  • Moisés respondió: "No me creerán ni escucharán mi voz, sino que dirán: No se te ha aparecido el Señor". (Exodo 4, 1)

  • El Señor dijo a Moisés: "Sólo una plaga más voy a traer sobre el Faraón y sobre Egipto; después de ella, no sólo os dejará marchar, sino que os echará de aquí. (Exodo 11, 1)

  • Al medirlo luego, vieron que el que había recogido de más no tenía nada de más, y el que menos, no tenía nada de menos, sino que cada uno tenía lo que necesitaba para su consumo. (Exodo 16, 18)

  • Pero si no lo ha hecho queriendo, sino porque Dios se lo puso en sus manos, yo le señalaré un lugar donde pueda refugiarse. (Exodo 21, 13)

  • No adorarás a sus dioses, ni los servirás. No imitarás sus obras, sino que las destruirás por completo y destrozarás sus estelas. (Exodo 23, 24)

  • sino que los iré echando poco a poco de tu presencia a medida que vayas creciendo y vayas poseyendo la tierra. (Exodo 23, 30)

  • No ejercerás tu dominio sobre él arbitrariamente, sino que temerás a tu Dios. (Levítico 25, 43)

  • sino que a los levitas les encargarás el servicio de la tienda de la alianza, de todo su mobiliario y de todo cuanto le pertenece: llevarán la tienda y su mobiliario, estarán dedicados a su servicio y acamparán a su alrededor. (Números 1, 50)

  • dijo al Señor: "¿Por qué tratas tan mal a tu siervo? ¿Por qué no he hallado yo gracia a tus ojos, sino que has cargado sobre mí el peso de todo este pueblo? (Números 11, 11)

  • sino un mes entero; hasta que se os salga por las narices y os produzca asco, pues habéis despreciado al Señor, que está en medio de vosotros, y habéis llorado en su presencia diciendo: ¿Por qué hemos salido de Egipto?". (Números 11, 20)

  • Balaán vio que el Señor se complacía en bendecir a Israel, y no fue ya como las otras veces en busca de presagios, sino que se volvió de cara al desierto. (Números 24, 1)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina