Talált 458 Eredmények: siempre

  • Sin embargo, el Señor no quiso exterminar la casa de David, por el pacto que había hecho con él y por la promesa que le había hecho de conservarle para siempre una lámpara a él y a sus hijos. (II Crónicas 21, 7)

  • No seáis de cabeza dura como vuestros padres. Tended vuestras manos al Señor y venid al santuario que él ha santificado para siempre. Servid al Señor, Dios vuestro, y el furor de su ira se apartará de vosotros. (II Crónicas 30, 8)

  • En todo lo que hizo por el servicio del templo del Señor, de la ley y de los mandamientos, buscó siempre a su Dios con todo su corazón. Por eso tuvo éxito. (II Crónicas 31, 21)

  • Y hasta puso la imagen de Aserá en el templo del Señor, del que Dios había dicho a David y a Salomón, su hijo: "En este templo y en Jerusalén, elegida por mí entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre; (II Crónicas 33, 7)

  • Investíguese en el libro de las memorias de tus padres; en ese libro comprobarás que esta ciudad es rebelde y funesta para los reyes y las provincias, y que en ella ya desde tiempos antiguos se han fomentado siempre insurrecciones. Por este motivo justamente fue destruida. (Esdras 4, 15)

  • Por tanto, no caséis a vuestras hijas con sus hijos, ni a vuestros hijos con sus hijas; no procuréis su paz ni su prosperidad, con el fin de que podáis haceros fuertes vosotros, gozar de los bienes de este país y dejarlos en herencia a vuestros hijos para siempre. (Esdras 9, 12)

  • volví a subir de noche por el torrente, inspeccionando siempre la muralla, hasta la puerta del Valle. Por allí regresé a casa, (Nehemías 2, 15)

  • Cada uno de los constructores tenía ceñida a los lomos la espada mientras trabajaba. Y un corneta estaba siempre a mi lado. (Nehemías 4, 12)

  • Sin embargo, volvieron a hacerme la misma invitación por cuatro veces; y yo les di siempre la misma respuesta. (Nehemías 6, 4)

  • Y los levitas Josué, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodiyías, Sebanías y Petajías dijeron: "Levantaos y bendecid al Señor, vuestro Dios, desde siempre y por siempre. ¡Bendito sea tu nombre sublime y excelso, superior a toda bendición y alabanza! (Nehemías 9, 5)

  • Cuando yo era joven y me encontraba en la tierra de Israel, toda la tribu de nuestro padre Neftalí se había separado de la dinastía de David y de Jerusalén, ciudad elegida entre todas las tribus de Israel para ofrecer sacrificios, pues allí se había construido y consagrado para siempre el templo, morada de Dios. (Tobías 1, 4)

  • Entonces mismo, extendiendo las manos hacia la ventana, se puso a rezar así: "Bendito seas, Señor, Dios misericordioso, y por siempre sea bendito tu nombre; que por siempre tus obras te bendigan. (Tobías 3, 11)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina