Talált 183 Eredmények: serpiente de bronce
Después de ti surgirá otro imperio de plata inferior al tuyo, y luego un tercer imperio, de bronce, que tendrá el dominio de toda la tierra. (Daniel 2, 39)
tal como has visto, que una piedra se desprendió, sin intervención humana, del monte, y pulverizó el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro. El Dios grande ha manifestado al monarca lo que sucederá en el futuro. El sueño es verdadero, y digna de fe su interpretación". (Daniel 2, 45)
Pero dejad en tierra el tocón con sus raíces; sea atado con cadenas de hierro y bronce entre la hierba del campo. Caiga sobre él el rocío del cielo, comparta con las bestias salvajes la hierba del suelo. (Daniel 4, 12)
El rey ha visto también bajar del cielo un vigilante, un santo, que decía: Derribad el árbol y hacedlo trozos, pero dejad el tocón con sus raíces en la tierra y sea atado entre la hierba del campo con cadenas de bronce y hierro, bañado por el rocío del cielo y comparta la suerte con los animales salvajes hasta que hayan pasado por él siete períodos. (Daniel 4, 20)
Bebían vino y celebraban a sus dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra. (Daniel 5, 4)
más aún, te has levantado contra el Señor del cielo: has mandado traer las copas de su templo, y tú, tus dignatarios, tus mujeres y tus concubinas habéis bebido vino en ellas. Has celebrado a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, pero no has glorificado al Dios que tiene en sus manos tu propio aliento y todos tus caminos. (Daniel 5, 23)
Entonces quise saber la verdad sobre la cuarta bestia, que era diferente de las otras, extraordinariamente terrible, con dientes de hierro y uñas de bronce, que comía y trituraba y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas. (Daniel 7, 19)
Su cuerpo parecía de crisólito, su rostro era como el fulgor del relámpago, sus ojos como antorchas encendidas, sus brazos y sus pies como el destello del bronce bruñido y el rumor de sus palabras como el ruido de una multitud. (Daniel 10, 6)
Daniel respondió: "No te engañes, rey; este Bel es barro por dentro y bronce por fuera, y no ha comido jamás". (Daniel 14, 7)
El rey dijo a Daniel: "Al menos, de éste no irás a decir que es de bronce; mira, está vivo y come y bebe; no negarás que es un dios viviente. Adóralo". (Daniel 14, 24)
Como el hombre que huye del león, y le acosa un oso; entra en casa, pone su mano sobre la pared y le muerde una serpiente. (Amós 5, 19)
si se esconden en la cima del Carmelo, allí los buscaré y los mataré; si se ocultan a mis ojos en el fondo del mar, allí mandaré a la serpiente que los muerda; (Amós 9, 3)