Talált 2537 Eredmények: rey

  • Algunos, sin embargo, se unieron a él y creyeron; entre ellos se encontraba Dionisio Areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos otros. (Hechos 17, 34)

  • Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; y muchos de los corintios que habían oído a Pablo creyeron y se bautizaron. (Hechos 18, 8)

  • Como quería ir a Acaya, los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos para que le hicieran una buena acogida. Una vez allí, con la gracia de Dios, ayudó mucho a los creyentes. (Hechos 18, 27)

  • Pablo dijo: "Juan bautizó con bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyese en el que había de venir después de él, es decir, en Jesús". (Hechos 19, 4)

  • Muchos creyentes venían a confesar y a manifestar sus prácticas de magia. (Hechos 19, 18)

  • como me es testigo el sumo sacerdote y el colegio de los ancianos; ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco y fui allá con el fin de traer presos a Jerusalén a los creyentes que encontrara para que fueran castigados. (Hechos 22, 5)

  • Pero te confieso que, conforme al nuevo camino, que ellos llaman secta, sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo en todo lo que está escrito en la ley y en los profetas; (Hechos 24, 14)

  • Unos días después, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo. (Hechos 25, 13)

  • Como se detuvieron allí muchos días, Festo expuso al rey el asunto de Pablo: "Aquí tenemos un hombre que Félix ha dejado en la cárcel. (Hechos 25, 14)

  • Festo dijo: "Rey Agripa y cuantos os encontráis aquí con nosotros: Aquí tenéis a este hombre; todos los judíos a una, tanto en Jerusalén como aquí, me han pedido a gritos su cabeza. (Hechos 25, 24)

  • Como no tengo nada concreto que escribir al emperador acerca de él, lo presento ante vosotros, especialmente ante ti, rey Agripa, para, después de este interrogatorio, tener algo que escribir. (Hechos 25, 26)

  • "Feliz me considero, oh rey Agripa, al poder defenderme ante ti de todas las acusaciones de los judíos, (Hechos 26, 2)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina