Talált 277 Eredmények: puerta

  • los que por nada declaran culpable a un hombre, los que en la puerta tienden lazos al joven y sin razón declaran reo al justo. (Isaías 29, 21)

  • Tras de la puerta y las jambas has colocado tu símbolo. Sí, te desnudaste, y no conmigo; subes a tu lecho y lo ensanchas; has pactado con los que te gustaba acostarte. Has prodigado tus prostituciones con ellos, contemplando la estela. (Isaías 57, 8)

  • Ponte a la puerta del templo del Señor y publica allí esta palabra: Escuchad la palabra del Señor, vosotros todos, hombres de Judá, que entráis por esta puerta para adorar al Señor. (Jeremías 7, 2)

  • El Señor me ha dicho: "Anda y ponte a la puerta de los hijos del pueblo, por donde entran y salen los reyes de Judá, y luego a todas las puertas de Jerusalén. (Jeremías 17, 19)

  • y sal al valle de Ben-Hinnón, a la entrada de la puerta de la Alfarería. Allí pregonarás las palabras que yo te diga. (Jeremías 19, 2)

  • mandó golpear al profeta Jeremías y luego le puso en el cepo que estaba en la puerta de Benjamín, la más alta, en el templo del Señor. (Jeremías 20, 2)

  • Al enterarse de ello los magistrados de Judá, subieron desde el palacio real al templo del Señor y se sentaron a la entrada de la puerta nueva del templo. (Jeremías 26, 10)

  • Vienen días -dice el Señor- en que será reedificada la ciudad del Señor desde la torre de Jananel hasta la puerta del Ángulo. (Jeremías 31, 38)

  • Y todo el valle de los cadáveres y de la ceniza, así como todos los campos a lo largo del torrente Cedrón, hasta el ángulo de la puerta de los Caballos por oriente, serán consagrados al Señor; no volverán a ser destruidos ni devastados jamás. (Jeremías 31, 40)

  • y los llevé al templo del Señor, a la sala de Benhanán, hombre de Dios, la que está junto a la sala de los dignatarios, encima de la de Maasías, hijo de Salún, guardián de la puerta. (Jeremías 35, 4)

  • Entonces Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías. Era en el templo del Señor, en la sala de Gamarías, hijo del secretario Safán, en el vestíbulo superior, a la entrada de la puerta nueva del templo del Señor. Todo el pueblo podía oír. (Jeremías 36, 10)

  • Pero al llegar a la puerta de Benjamín, el guardia que estaba de turno, llamado Yirayas, hijo de Selemías, hijo de Ananías, arrestó al profeta Jeremías exclamando: "¡Tú te pasas a los caldeos!". (Jeremías 37, 13)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina