Talált 80 Eredmények: pueda
en las que pueda refugiarse un homicida que haya matado a alguien involuntariamente y por inadvertencia, para que sirvan de refugio contra el vengador de sangre. (Josué 20, 3)
Entonces Sansón dijo al joven que lo llevaba de la mano: "Llévame hasta las columnas sobre las que descansa el edificio para que pueda apoyarme en ellas". (Jueces 16, 26)
Micá le preguntó: "¿De dónde vienes?". Él le respondió: "Soy un levita de Belén de Judá, y voy de camino para establecerme donde pueda". (Jueces 17, 9)
He determinado informarte para decirte: Cómpralo en presencia de los ancianos de la ciudad. Si quieres comprarlo, cómpralo; si no, dímelo, porque antes de ti no hay ninguno que pueda comprarlo, y yo soy el segundo". Él respondió: "Lo compraré". (Rut 4, 4)
David dijo a Aquís: "¿Pero qué he hecho yo y qué has notado en tu siervo desde el día en que entré a tu servicio hasta hoy, para que no pueda yo ir a combatir a los enemigos de mi señor, el rey?". (I Samuel 29, 8)
David preguntó: "¿Queda algún superviviente de la casa de Saúl a quien pueda yo favorecer por amor a Jonatán?". (II Samuel 9, 1)
El rey le preguntó: "¿Queda alguno de la casa de Saúl a quien yo pueda favorecer en nombre de Dios?". Sibá respondió: "Todavía queda un hijo de Jonatán, que está lisiado de ambos pies". (II Samuel 9, 3)
Pero, ¿será posible que Dios pueda habitar sobre la tierra? Si los cielos en toda su inmensidad no te pueden contener; ¡cuánto menos este templo que yo he construido! (I Reyes 8, 27)
Entonces el rey dijo al hombre de Dios: "¡Por favor! Suplica al Señor, tu Dios, y ruega por mí para que pueda mover mi mano". El hombre de Dios invocó al Señor, y el rey pudo mover la mano, quedando como antes. (I Reyes 13, 6)
y lo dejó partir sano y salvo; y lo despidió así: "Adiós, hijo mío, que tengas buen viaje. Que el Dios del cielo te conceda a ti y a Sara, tu mujer, un feliz viaje, y que pueda yo ver a vuestros hijos antes de morir". (Tobías 10, 11)
"¿Quién eres tú, Ajior, y vosotros, mercenarios de Efraín, para profetizar hoy aquí y para intentar persuadirnos de no pelear contra Israel, pretextando que Dios lo protege? ¿Y qué Dios existe, a no ser Nabucodonosor? Él nos dará fuerza y los exterminará de la faz de la tierra, sin que pueda librarlos su Dios. (Judit 6, 2)
Ella adoró a Dios y les dijo: "Mandad abrir la puerta de la ciudad para que pueda salir a realizar lo que me acabáis de decir". Mandaron a los jóvenes que abriesen, como ella había dicho. (Judit 10, 9)