Talált 533 Eredmények: palabras sabias
El que es de Dios acepta las palabras de Dios. Vosotros no las aceptáis porque no sois de Dios". (Juan 8, 47)
Estas palabras causaron una nueva división entre los judíos. (Juan 10, 19)
Otros decían: "Estas palabras no son de un endemoniado. ¿Es que un endemoniado puede abrir los ojos a los ciegos?". (Juan 10, 21)
Yo no condeno al que oye mis palabras y no las guarda, pues no he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo. (Juan 12, 47)
¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que os digo no las digo por mi propia cuenta; el Padre, que está en mí, es el que realiza sus propias obras. (Juan 14, 10)
Pilato, al oír estas palabras, tuvo aún más miedo. (Juan 19, 8)
Pilato, al oír estas palabras, sacó fuera a Jesús y se sentó en el tribunal, en el sitio que llamaban "enlosado", en hebreo "Gábbata". (Juan 19, 13)
Entonces Pedro, en pie con los once, les dirigió en voz alta estas palabras: "Judíos y habitantes todos de Jerusalén: percataos bien de esto y prestad atención a mis palabras. (Hechos 2, 14)
Y con otras muchas palabras los apremiaba y los exhortaba diciendo: "Salvaos de esta generación perversa". (Hechos 2, 40)
Ananías, al oír estas palabras, cayó muerto. Y cuantos lo supieron se llenaron de miedo. (Hechos 5, 5)
Ellos, enfurecidos con estas palabras, querían matarlos. (Hechos 5, 33)
Después presentaron testigos falsos, que dijeron: "Este hombre no cesa de decir palabras contra este lugar santo y contra la ley; (Hechos 6, 13)