Talált 716 Eredmények: nombre de Abram
En fin, hermanos, os pedimos y os exhortamos en el nombre de Jesús, el Señor, a que os portéis de la manera que os enseñamos para agradar a Dios; ya lo hacíais, pero hacedlo todavía mejor. (I Tesalonicenses 4, 1)
Bien sabéis las instrucciones que os dimos en nombre de Jesús, el Señor. (I Tesalonicenses 4, 2)
Hermanos, os pedimos que tengáis consideración con los que trabajan entre vosotros y en el nombre del Señor os dirigen y amonestan. (I Tesalonicenses 5, 12)
De este modo el nombre de Jesús, nuestro Señor, será glorificado entre vosotros, y vosotros lo seréis en él con la gracia de nuestro Dios y de Jesucristo, el Señor. (II Tesalonicenses 1, 12)
Hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo os mandamos que os apartéis del hermano que no quiera trabajar y no se porte de acuerdo con las enseñanzas que habéis recibido de nosotros. (II Tesalonicenses 3, 6)
Pues bien, a estos tales exhortamos y amonestamos en nombre de Jesucristo, el Señor, a trabajar en paz y a ganarse el pan que comen. (II Tesalonicenses 3, 12)
Los que se encuentran bajo el yugo de la esclavitud, que miren a sus propios amos como dignos de todo respeto, para que el nombre de Dios y su doctrina no sean blasfemados. (I Timoteo 6, 1)
Recuérdales estas cosas y adviérteles en nombre de Dios que se dejen de discutir por cuestiones de palabras, pues esas discusiones no valen para nada y hacen daño a los que las escuchan. (II Timoteo 2, 14)
Sin embargo, el sólido fundamento de Dios se mantiene firme bajo este lema: El Señor conoce a los suyos y que se aparte de la injusticia el que pronuncia el nombre del Señor. (II Timoteo 2, 19)
llegando a ser superior a los ángeles en la medida en que los aventaja el nombre que ha recibido en herencia. (Hebreos 1, 4)
diciendo: Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en plena asamblea te alabaré. (Hebreos 2, 12)
Porque Dios no es injusto como para olvidar vuestras buenas obras y el amor que habéis demostrado hacia su nombre en el servicio que habéis prestado y seguís prestando a los creyentes. (Hebreos 6, 10)