Talált 348 Eredmények: noche
¡Grita por ti al Señor, oh virgen, hija de Sión; deja correr como un torrente tu llanto de día y de noche; no te des tregua a ti misma, ni descanse la pupila de tus ojos! (Lamentaciones 2, 18)
¡Arriba! Lanza gritos en la noche, a cada relevo de la guardia; derrama, como agua, tu corazón delante del Señor; alza tus manos a él por tus pequeños, que desfallecen de hambre en las esquinas de las calles. (Lamentaciones 2, 19)
Y, efectivamente, han sido tirados por el suelo al calor del día y al frío de la noche, y ellos murieron en medio de atroces penalidades de hambre, de espada y de peste. (Baruc 2, 25)
Hasta el rey, que se sienta en medio de ellos, se cargará el equipaje a las espaldas, saldrá en la oscuridad de la noche por una brecha que abrirán en el muro para sacarlo fuera y se tapará la cara para no ver su país con sus propios ojos. (Ezequiel 12, 12)
Aquella misma noche Baltasar, rey de los caldeos, fue asesinado. (Daniel 5, 30)
Después el rey volvió a su palacio y pasó la noche en ayuno sin permitir que vinieran con él las concubinas, y el sueño huyó de sus ojos. (Daniel 6, 19)
Daniel tomó la palabra y dijo: "Veía yo en visiones durante la noche que los cuatro vientos del cielo agitaban el mar grande; (Daniel 7, 2)
Durante la noche los sacerdotes entraron, como solían, con sus mujeres y sus hijos, y se lo comieron y bebieron todo. (Daniel 14, 15)
Tú tropiezas de día, y el profeta tropieza contigo de noche; yo reduciré al silencio a tu madre. (Oseas 4, 5)
Su corazón se abrasa como un horno en las tramas que urde. Toda la noche dormita su cólera y a la mañana quema como fuego ardiente. (Oseas 7, 6)
Vestíos de luto; lamentaos, sacerdotes; lanzad gritos, ministros del altar; venid, pasad la noche en sacos, ministros de mi Dios, porque la casa de vuestro Dios se ha quedado sin sacrificio y sin ofrenda. (Joel 1, 13)
Él ha hecho las Pléyades y el Orión, cambia en aurora las tinieblas y el día lo oscurece en noche; él llama a las aguas del mar y las vierte sobre la superficie de la tierra; su nombre es el Señor. (Amós 5, 8)