Talált 922 Eredmények: muerte al pecado
Pues creo que Dios nos ha presentado a nosotros, los apóstoles, como lo último, como condenados a muerte, porque hemos llegado a ser el espectáculo del mundo, de los ángeles y de los hombres. (I Corintios 4, 9)
Huid de la lujuria. Cualquier otro pecado cometido por el hombre queda fuera del cuerpo, pero el pecado de lujuria daña al propio cuerpo. (I Corintios 6, 18)
Si alguno cree que, dada la edad de su novia, debe casarse, y que eso es lo más indicado, que haga lo que quiera; que se case, pues eso no es pecado. (I Corintios 7, 36)
Pues siempre que coméis este pan y bebéis este cáliz anunciáis la muerte del Señor hasta que vuelva. (I Corintios 11, 26)
Pero si todos están hablando en nombre de Dios, ese simple fiel o incrédulo por lo que oye a todos puede recapacitar, examinarse a sí mismo y convencerse de su pecado; (I Corintios 14, 24)
Porque como por un hombre vino la muerte, así, por un hombre, la resurrección de los muertos. (I Corintios 15, 21)
El último enemigo en ser destruido será la muerte; (I Corintios 15, 26)
Hermanos, os aseguro que todos los días estoy al borde de la muerte, y que vosotros sois mi gloria en Cristo Jesús, Señor nuestro. (I Corintios 15, 31)
Cuando esto corruptible se vista de incorruptibilidad y esto mortal de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que dice la Escritura: La muerte ha sido destruida por la victoria. (I Corintios 15, 54)
¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde, muerte, tu aguijón venenoso? (I Corintios 15, 55)
El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley. (I Corintios 15, 56)
Tuvimos como segura la sentencia de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucitará a los muertos. (II Corintios 1, 9)