Talált 169 Eredmények: morir

  • Porque al nacer, nacéis para maldición; y, al morir, la maldición será vuestra herencia. (Eclesiástico 41, 9)

  • Entonces los pobres comerán en mis pastos, y los indigentes reposarán en calma; pero a tu raza la haré morir de hambre, y mataré lo que quede. (Isaías 14, 30)

  • Por entonces cayó mortalmente enfermo Ezequías. El profeta Isaías, hijo de Amós, vino a decirle: "Esto dice el Señor: Pon en orden las cosas de tu casa, porque vas a morir y no sanarás". (Isaías 38, 1)

  • Dejaréis vuestro nombre para que sirva de juramento a mis elegidos: ¡El Señor Dios te haga morir! Pero a mis siervos se les dará otro nombre. (Isaías 65, 15)

  • Ya no habrá allí recién nacido que viva sólo pocos días, ni anciano que no culmine sus años, sino que morir a los cien años será morir joven y no llegar a los cien años será señal de maldición. (Isaías 65, 20)

  • ¿Por qué nos estamos sentados? Reuníos, entremos en nuestras ciudades fortificadas para morir allí, porque el Señor nuestro Dios nos entrega a la muerte, nos da a beber agua envenenada por haber pecado contra él. (Jeremías 8, 14)

  • Y el Señor omnipotente ha hablado así contra las gentes de Anatot, que andan buscando mi vida y dicen: ¡No profetices en nombre del Señor, si no quieres morir a nuestras manos! (Jeremías 11, 21)

  • ¡Por qué no me hizo morir en el seno materno! Mi madre hubiera sido mi sepulcro, y yo eterna preñez de sus entrañas. (Jeremías 20, 17)

  • Y en cuanto Jeremías terminó de decir lo que el Señor le había ordenado comunicar a todo el pueblo, los sacerdotes y los profetas lo apresaron, diciendo: "¡Vas a morir! (Jeremías 26, 8)

  • ¿Por qué tú y tu pueblo queréis exponeros a morir a espada, de hambre y de peste, como ha anunciado el Señor a la nación que se niegue a someterse al rey de Babilonia? (Jeremías 27, 13)

  • Por tanto, esto dice el Señor: Te voy a quitar de la faz de la tierra; este año vas a morir por haber predicado la rebelión contra el Señor". (Jeremías 28, 16)

  • "Oh rey, mi señor, mal han procedido todos esos hombres en todo lo que han hecho al profeta Jeremías. Lo han echado en la cisterna, donde va a morir de hambre, pues ya no hay pan en la ciudad". (Jeremías 38, 9)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina